lunes, 18 de marzo de 2013

Onicofagia




Muerdo, tiro, me duelo y escupo,
mis dedos destrozo, mi sangre chupo,
uñas arranco, cutículas degusto,
dejando las yemas en estado de luto.

Con la boca hambrienta mi mano busco,
manjar secreto, placer oculto,
chirrío los dientes salivando de gusto
trazando con los labios un mapa confuso.

Rastrean los ojos el punto de inicio,
 jirón de pellejo donde dar el mordisco.
Desgarran los dientes el lugar elegido
y  la boca se vuelve sabor de mi olvido.

El fin no llega al dolor de mis manos
 y vuelvo, otra vez, al lugar descarnado
buscando dejar el hueso despellejado.
Eterno vaivén de funesto resultado.



                                 Marcos Lloret García

No hay comentarios:

Publicar un comentario