Declaración de guerra de Los Licores sublevados contra la despótica tiranía
ejercida sobre la barra por parte de la reina Cerveza:
Nos,
Los Licores levantados en armas,
comandados por el general Anís Dulce, el coronel Pacharán y la teniente Mistela,
declaramos la guerra abierta contra la hegemonía de la monarca Cerveza y su mandato dictatorial por el
legítimo poder que nos concedió La
Constitución de las Barricas de 1978. Apelando a la Carta Magna, estamos en
disposición de reivindicar por la fuerza el hecho de volver a tomar la posición
que nos es propia en la primera línea de la barra, ocupada desde una fecha que
permanece grabada a fuego en los anales de la infamia por la belleza y seducción
de la rubia soberana.
Reclamamos
el cese inmediato del actual control, ejercido por parte de su espumosa
majestad, en el territorio que fue tomado ilegítimamente por un despótico golpe
de barra, que será gestionado por un
nuevo gobierno que ostentará el poder durante el tiempo de guerra. Del mismo
modo, exigimos que se retire el burbujeante ejército real, así como todas las
tropas apostadas en el emplazamiento, incluídos los vasos de caña que hay tanto
en las estanterías de la pared, cuanto encima y debajo de la barra. En otro
orden de cosas, cabe decir que la retirada de la reina, con sus tropas y todo
su séquito, será respetada y facilitada en la medida de lo posible de acuerdo
con las directrices del tratado internacional del Oporto de 1982.
Todo
conato de resistencia será aplastado por la fuerza, de un modo contundente. En
caso de capturar prisioneros, éstos serán tratados según el Protocolo Mundial del Orujo de Hierbas
y, llegado el caso, serán juzgados por las Cortes
Supremas del Tribunal del Espiritu del Vino, cuya sentencia será inapelable
e irrevocable. Los oficiales también serán tratados y juzgados según indiquen
las directrices del citado protocolo.
Disponen
de 24 horas para retirarse voluntariamente. Caso contrario, y pasado el plazo
establecido, nos veremos obligados a tomar la posición por la fuerza haciendo
un uso legítimo de todos los medios a nuestro alcance
Sólo
nos resta decir que en nuestra misión de retomar y salvaguardar los usos y
costumbres tradicionales, así como los más profundos valores implícitos en esta
sociedad a la que nos debemos y que no dudaremos en defender hasta las últimas
consecuencias derramando todas y cada una de las gotas de nuestra esencia
etílica si fuese necesario, contamos con la bendición de Dios y con el apoyo de
todos los santos de nuestra fe.
¡¡Abajo la tiranía de la Cerveza!!
¡¡Barra o Muerte!!
Marcos Lloret García
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