jueves, 14 de noviembre de 2013

Versadilla

Un mal sueño es como el verso
que no encaja en el poema,
la versadilla sin tiempo
escapando de las letras,
desdeñando el pensamiento
que, aun queriendo, no llega
a alcanzar los mares discretos
en donde con rima se rema.
El sueño de sueño enversado
es balandro de nostalgia
cuando caemos apresados
en las zarpas de la escarcha
que se acumula en el costado
a la vez que la noche avanza.
Boca abierta, ojos pegados,
llega el dormir y amenaza
todos los cuartos cerrados
en el interior de nuestra cama,
vestida de blanco duelo
con la versadilla inacabada
que es pequeño polluelo
incapaz de batir las alas
y escapar del desconsuelo
esparcido por las sábanas,
amargo sabor de hielo
derretido en la alborada.

La versadilla da miedo
cuando entra por la ventana
que queda abierta en el sueño
al arder el verso en llamas
con un color de silencio
dentro de las entrañas.
Hoguera de fuego fundido
que quema sin dejar huella
de su dolor escondido
en el dorso del poema,
donde viven los geniecillos
que van encajando las letras
para hacer el entibado
sobre el que el verso se asienta
conectado al filamento
que la versadilla alimenta
mediante jugo de recuerdos
y pedacitos de tiniebla
semejando ser pececillos
en las noches de luna llena.

                                   Marcos Lloret García


No hay comentarios:

Publicar un comentario